Un Deseo llamado Tranvía (que no, un Tranvía llamado deseo)

Los tranvías de Caracas. Colección Allen Morrison

Autor: José A. Orellán

José Antonio Orellán es entre otras cosas, Ingeniero de Sistemas, melómano, productor musical y conductor de un espacio radial dedicado al Jazz y sus influencias

A Alberto Naranjo. In Memoriam

Me topé con aquel delgado hombre en la esquina de Gradillas, por momentos dudé, pero sí, era él, mi viejo amigo; el peso de los años sobre sus hombros no lo hacían lucir tan alto como en sus mejores años, su rostro curtido por la inclemencia del tiempo reflejaba algo de ansiedad, angustia tal vez; encendió su tabaco, le dio unas bocanadas para luego apagarlo con sus dedos y reservarlo para otro momento.
Caminaba de un lado a otro  regresando siempre a su centro para minutos después repetir la acción, miraba de lado a lado sin avistar aproximarse el anhelado tranvía. De vez en cuando miraba su viejo reloj, lo vi quitárselo y agitarlo cerca de su oído y elevar la vista al cielo como implorando que aquellas manecillas cabalgaran con celeridad.
Procuró el descanso recostándose a una pared, le saludé y una vez más me habló de aquel esperado viaje a un destino por conocer, le escuché atentamente enumerar a cada uno de sus familiares y amigos que le anticiparon en el viaje en aquel viejo carruaje que le prometía el reencuentro.

Una vez más me contó anécdotas de su infancia, sus sueños con el cine, el béisbol y la música; sus viajes imaginarios que semana a semana hacía en la nave de Flash Gordon; la gran influencia de su madre para la música, me contó detalles de las hazañas de sus ídolos, Chico Carrasquel, Luis Aparicio, Tris Speaker, Louis Armstrong, Tito Puente, Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Charlie Parker, Ava Gadner, Jack Nicholson, Sophia Loren; reímos a carcajadas mientras me narraba las locuras de Charles Chaplin, Harold Lloyd y los hermanos Marx.

Alberto Naranjo.
Foto: Nelson Garrido

Con remordimiento me describió el error de Billy Buckner y la decepción que significó que los Red Sox cayeran en la Serie Mundial del ’86; finalmente reflexionó sobre el perdón por intermedio de la historia de la «maldición del Bambino, Babe Ruth«, y el deber de sanar las heridas del alma por muy profundas que estas sean, porque a fin de cuentas y citando a Arsenio Rodríguez, «La vida es un sueño y todo se va…».

Tranvía de Caracas, Esquina Gradillas

Perdí la noción del tiempo transcurrido en nuestra tertulia, a lo lejos se escuchó el chirriar de las ruedas metálicas sobre los rieles, lo abracé para despedirme no sin antes pedirle su bendición, me abrazó como el niño que se aferra al regazo de su madre, por momentos parecía dudar de aquella travesía, le invité a tomarnos un café y dejarlo pasar, esperar el próximo, ¿para qué tanta prisa?; pero no, me dijo que ese era el tranvía por el  que tanto había esperado; por su mejilla rodó una lágrima y una vez más me bendijo, no sin antes darme los mejores consejos que haya recibido en la vida:

«Mantén la fe y se perseverante; se constante en tus propósitos, recuerda el credo del boxeador: primero, si caes, tienes que levantarte; segundo, procura anticiparte y evade los golpes; y por último, subiste al cuadrilátero a vencer, eres el campeón y estás defendiendo el título«.

Abordó el vagón, echó un último vistazo por un costado y agitando su mano me dijo adiós. Me quedé contemplando el carruaje alejarse hasta extraviarse en el horizonte y desde entonces no supe más de él, solo espero que haya llegado al lugar que soñó y que le hayan recibido con las mismas ansias con las que partió a su encuentro.

Fuente de las Imágenes:

  • «Primeras Persona. Quince Perfiles de la Música Caraqueña del Siglo XX. Federico Pacanins. Banco Industrial de Venezuela.